Guillén Ferrant
(Mediados del siglo XVI) Escultor español. Se estableció en Sevilla y, entre 1547 y 1551, trabajó en Cáceres y en el convento de San Benito de Alcántara.
Algunos autores lo han identificado con Guillén de Holanda, nombre que aparece documentado en relación al círculo de Siloé en Sevilla y Granada, y también con Guillén Francés o con Diego Guillén, imaginero activo en Castilla y Sevilla; otros lo sitúan hacia 1537 trabajando en la catedral de Toledo y posteriormente en la colegiata de Osuna (Sevilla).
Los historiadores están de acuerdo respecto a su presencia en Sevilla a lo largo de las décadas de 1530 y 1540, periodo en el que Guillén Ferrant realizó obras de carpintería en la sacristía de la catedral y esculturas para el Ayuntamiento. En colaboración con Roque de Balduque, labró entre 1547 y 1551 el retablo de Santa María la Mayor en Cáceres; a Ferrant, cuyo estilo es más dinámico y dramático, corresponde la ejecución de las historias de San Jorge y Santiago, así como el Apostolado.
En 1551 trabajó en el convento de San Benito de Alcántara (Cáceres), donde se encuentra el sepulcro del comendador de Piedrabuena, fray Antonio Bravo, atribuido a Ferrant. En 1556 intervino en la tasación del retablo de la iglesia parroquial del Arroyo de la Luz, obra de Alonso Hipólito, inspirada en el citado retablo de Ferrant y Balduque en Cáceres.
Roque de Balduque
Las supuestas relaciones familiares con Juan Mateo, Pedro, Diego y Andrés Balduque establecen su taller en Medina de Rioseco, donde se ejecutan diversos encargos para distintas Iglesias del área vallisoletana y palentina.
Sus dos obras cumbres manieristas, son nuestra Amantísima Titular, La Reina de Todos los Santos (1554), y Nuestra Señora del Amparo de la Parroquia de la Magdalena.
]]>