≈ CONCATEDRAL DE SANTA MARÍA DE CÁCERES ≈
Sacristía-Museo
Accediendo a ella a través de una imponente portada renacentista ejecutada por Alonso de Torralba en el siglo XVI, la Sacristía alberga en su interior parte del Museo Catedralicio.
La Sacristía es el lugar presente en todas las iglesias, en el cual se custodian los vasos sagrados y las vestiduras sacras necesarias para la celebración de la Eucaristía.
En ella podremos admirar la belleza de diversos vasos sagrados y utensilios litúrgicos de todas las épocas: la custodia procesional del Corpus, cálices, incensarios, bandejas, antiguas cruces procesionales finamente labradas -como la cincelada por Juan Varela en el siglo XVII-; así como grandes esculturas, como es el caso de una Virgen Gótica del siglo XV y el Cristo Crucificado advocado “del Refugio”.
El espacio museístico se complementa con otras estancias, en las que es posible apreciar valiosos libros corales, de notable antigüedad, así como el facistol donde eran depositados para su lectura durante los oficios.
El Museo Catedralicio se distribuye entre la Sacristía -cuya portada, realizada por Alonso de Torralba, constituye un magnífico ejemplo del Renacimiento extremeño- y una estancia superior a la que se accede a través de un pasillo y que tuvo la función de Sala Capitular. En ellas se muestran de forma exquisita el rico patrimonio litúrgico de la Concatedral, exponiendo diversos y variados utensilios utilizados para el culto y las celebraciones eucarísticas más relevantes.
Dividido en dos partes bien diferenciadas, en la primera estancia es posible apreciar de cerca obras de gran valor como la gran custodia utilizada en la festividad del Corpus Christi, realizada en el siglo XVII por el platero cacereño Diego Rodríguez de Prado.
A través de las vitrinas pueden observarse objetos destinados a las celebraciones litúrgicas como incensarios, utilizados para purificar y perfumar; navetas, donde se contiene el incienso; bandejas y ánforas con el santo crisma y el óleo para los enfermos y los catecúmenos; vinajeras donde se deposita el agua y vino; cálices, copones y patenas. También se muestran valiosas custodias de las denominadas “de sol”, que es donde se expone la sagrada forma para la adoración de los fieles.
La documentación histórica -fuente indispensable para el estudio del monumento y de la religiosidad a través del tiempo- se muestra, procedente de los archivos parroquiales, en las Bulas Papales y otros documentos de suma importancia e interés.
En la segunda y la tercera estancia dedicada al Museo Catedralicio la historia de la música -tan importante en los templos cristianos- cobra relevancia. Se muestran los libros corales utilizados siglos atrás y el facistol donde eran expuestos para el canto y la lectura coral.